- Se inauguró el Coloquio “Memorias y escrituras”, que continúa este 14 de junio en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades
- “Estamos cayendo en un tráfago cultural donde no hay espacio para la memoria”, lamentó José Luis Martínez Suárez
- Luis Javier Plata Rosas, académico de la Universidad de Guadalajara, dictó la ponencia “Ciencia y literatura: consiliencia y conciliación”
Claudia Peralta Vázquez
Xalapa, Ver., 13/06/2017.- José Luis Martínez Suárez, director general del Área Académica de Humanidades de la Universidad Veracruzana (UV), inauguró el martes 13 de junio el Coloquio “Memorias y escrituras”, que se desarrolla hasta el miércoles 14 en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades, a iniciativa del Cuerpo Académico (CA) Estudios Literarios Mexicanos, Siglos XX y XXI.
En su mensaje, destacó que este evento enaltece el sentido humanista del ejercicio de la memoria e impulsa la reflexión en torno a algo fundamental: “Podemos perder todo, pero la memoria implica la anulación, y en ese sentido, como que estamos cayendo en un tráfago cultural donde parece que no hay espacio para la memoria, un oasis como éste lo fructificará”.
En el marco del 60 aniversario de la Facultad de Letras Españolas, y en presencia de académicos y alumnos, resaltó que a más de 70 años de existencia, la UV se ha situado positivamente en la vida de los veracruzanos por el claro compromiso social demostrado en sus programas educativos (PE), encaminados todos a la realización del bien común.
Las humanidades, dijo, han tenido un innegable protagonismo desde los inicios de la vida de la institución, pues parte de la luz del lema universitario ha sido y es aportada por las humanidades.
“Por ello, la Facultad de Letras Españolas involucra una base firme en el edificio humanista de la UV.”
Durante la apertura de estas jornadas de discusión, reconoció la labor de Magali Velasco Vargas, coordinadora del evento, por su decidido esfuerzo al conjuntar a académicos de la UV y de otras entidades de nivel superior, tanto del país como del extranjero.
Por su parte, la académica, investigadora e integrante del CA Estudios Literarios Mexicanos, Siglos XX y XXI, comentó que este coloquio fue realizado gracias a un financiamiento otorgado por el Programa para el Desarrollo Profesional Docente (Prodep), con el fin de llevar a cabo tareas de investigación.
Subrayó que dentro de este espacio se discutirá el tema de la memoria como lo entiende Paul Ricoeur, filósofo francés, en su monumental ensayo donde distingue una fenomenología de la misma estructura en torno a dos preguntas: ¿de qué hay recuerdo? y ¿de quién es la memoria?
Sin duda, estas preguntas han sido detonantes de diversas escrituras y motivo del desarrollo de este encuentro, dijo.
Puntualizó que la materia prima de la obra literaria son algunos elementos como: la imaginación, memoria, imagen y el recuerdo. “Los registros de la escritura, incluso fuera de la ficción, trabajan contra el olvido”.
Por tanto, sostuvo que la fenomenología de la memoria del filósofo francés explica la búsqueda dolorosa de la inferioridad, del pasado hacia el futuro y hacia atrás. Los recuerdos son en plural y la memoria en singular.
Relación entre ciencia y literatura
Luis Javier Plata Rosas, académico de la Universidad de Guadalajara, dictó la conferencia magistral “Ciencia y literatura: consiliencia y conciliación”.
El divulgador científico, quien también es Doctor en Oceanografía, precisó que el término consiliencia fue propuesto en el siglo XIX por un naturalista llamado William Whewell, y tiene que ver con un avance en el conocimiento al enlazar teorías basadas en hechos de distintas disciplinas para crear un terreno común de explicación.
Posteriormente, refirió, el término fue rescatado por Edward O. Wilson, quien estaba enfocado al estudio de los insectos, particularmente de las hormigas, y proponía una vinculación entre las ciencias exactas, las ciencias sociales y las humanidades, para lograr entender muchas cosas.
Indicó que un biólogo, un psicólogo o un físico, consideran que sus conocimientos pueden arrojar luz a hechos que no son tan sencillos de observar de otra manera.
El expositor ejemplificó que con historias como la del cuento La princesa y el sapo, un grupo de bioquímicos se preguntó si los autores se inspiraron en algo para escribir estos relatos tan fantasiosos y si tienen que ver con la realidad.
En efecto, determinaron que en el caso de los sapos, éstos secretan por la piel un compuesto químico denominado bufotenina. El contacto con esta sustancia causa alucinaciones.
A través de redes sociales y telemática, también se puede hacer un análisis de Caperucita roja y su relación con los otros personajes de la historia.
Por tanto, concluyó en que la ciencia y la literatura no son dos cosas, sino los dos lados de una sola cosa, ya que tratan de reflejar lo que somos como seres humanos.
Las actividades del coloquio continuarán el miércoles 14 a partir de las 10:00 horas, con la mesa “La escritura de la locura, la escritura del duelo y la necesidad de recordar”, seguida de la mesa “Memoria y testimonio”. A las 13:00 horas, Esther Cohen ─del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM─ ofrecerá la conferencia magistral “Escritura y memoria: los narradores de Auschwitz”.