La brevedad de la vida es una constante en el hombre, aunque por su obviedad pocos la perciben, hasta que se hace patente con expresión dolorosa; así ocurre ahora que por un infarto Roberto Bustos abandonó su “mansión de peregrino en esta tierra”. Expresamos nuestra solidaria condolencia para los amigos Luis y Felipe Bustos García por esta irreparable pérdida del hermano que adelantó el camino hacia el viaje sin retorno. Un abrazo