El 25 de enero de 2011 es fecha histórica en Egipto pues evoca la revuelta de inconformidad contra el gobierno de 30 años de Hosni Mubarak, quien finalmente fue derrocado. Ese evento fue atribuido a las redes sociales, Facebook y Twitter, tal fue la versión que recorrió el planeta. Pero un movimiento de esa naturaleza no nace por generación espontánea, y sin fuente de alimentación originada en condiciones sociales, políticas y económicas prevalecientes las redes actuarían en el vacío. Esa referencia debiera orientarnos para deducir el porqué del rechazo popular contra el financiamiento a los partidos políticos es un asunto viral en las redes sociales, pero la fuerza motriz no radica en el ciberespacio sino en la emergencia provocada por los sismos, en el enojo social contra la partidocracia y, por supuesto, en la pobreza de la mayoría de los mexicanos.