Para nadie es un secreto el lamentable estado de las carreteras veracruzanas, estatales y federales, ya no digamos los caminos vecinales; la razón de poseer esa infraestructura carretera de quinto mundo refleja el desinterés de los gobiernos estatales por dar a los veracruzanos y a quienes transiten por la entidad mejores vías de comunicación y, por supuesto, una pésima gestión pública. Con el típico humor que distingue a los jarochos se habla ya de un concurso consistente en premiar a quien encuentre en Veracruz una carretera nueva, construida durante los periodos de gobierno de Fidel Herrera y Duarte de Ochoa, entre 2004 a 2016. El premio consiste en un viaje nocturno por la autopista La Tinaja- Coatzacoalcos.