La salida del PAN de ciertos militantes no es preocupante, aunque sí inoportuna porque acontece en pleno proceso electoral, pero debe reconocerse que cuanto está ocurriendo en materia electoral es la causa eficiente de esas migraciones. Lo peor es que la sangría no se cauteriza porque a la salida de destacados cuadros como Margarita Zavala, Gabriela Cuevas, Lozano etc., pudiera seguir la del senador José María Martínez, de Jalisco, quien se manifiesta en desacuerdo con el dirigente nacional panista a quien señala de entregar a Movimiento Ciudadano el control de las candidaturas por esa entidad. De concretarse esa renuncia sería una más atribuible a la estrategia aliancista que obliga al PAN a ceder importantes posiciones a los socios minoritarios, en el balance de julio próximo se conocerán los saldos de esa estrategia.