Cualquier neófito en administración pública sabe de las funciones de una Contraloría, que en el caso de Veracruz se despliega en cada una de las dependencias de gobierno y atienden a su normativa personificada en el Contralor General, en ese contexto es inexplicable que no haya reportado el desvío de miles de millones de pesos durante los seis años de ejercicio, que no haya comprobado solventaciones fuera de lugar y fácilmente rechazables y acaso hasta colaborar en su elaboración. Por este motivo extraña sobremanera la aparente exoneración del titular de la Contraloría en tiempos de Duarte, al menos nada se sabe sobre su versión de lo acontecido en esa desastrosa administración que supuestamente “controlaba”.