Cortarle las manos al depredador es el drástico remedio que propone El Bronco para terminar con la corrupción en el servicio público, suena muy contundente pero quizá sería eficaz, aunque acaso no sería necesario si la ley se aplicara sin miramiento alguno para evitar la impunidad. Un remedio muy sugerente es el empleado por los habitantes de Zapotitlán Tablas, municipio ubicado en la zona montañosa de Guerrero, en donde los pobladores exigieron  a Teodelfo Pérez García, alcalde, les cumpliera la entrega de fertilizantes que había ofrecido; en respuesta acudió al expediente de siempre asegurándoles que al día siguiente cumpliría sus demandas, pero no lo dejaron salir de palacio. Como al día siguiente no llegó lo ofrecido, la muchedumbre lo descalzó y puso a caminar bajo el ardiente sol de la región hasta que, víctima de la deshidratación se desvaneció. El precedente es aleccionador, ¿cuántos políticos, candidatos o funcionarios públicos, lo pensarían dos veces antes de ofrecer lo que de antemano saben que no cumplirán?