El sacerdote Alejandro Solalinde es gente reputada como seria y responsable y cabalmente enterado del acaecer nacional, a su tiempo declaró que Veracruz estaba sembrado de fosas clandestinas y los hechos le han concedido razón. Adelantó el triunfo electoral de AMLO, quien atendiendo al perfil del sacerdote le ofreció el desempeño de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pero declinó esa oportunidad. Por esos antecedentes no sorprende la declaración de Solalinde sobre una sublevación armada en México, en caso de un fraude electoral que impidiera el triunfo de López Obrador, “se estaba preparando algo serio”, aseguró en entrevista difundida por El País. Pero el tigre quedó amarrado.