El ciclo bianual de la actual legislatura local está a punto de concluir, y el acontecer de ese conglomerado de diputados a la LXIV Legislatura pudiera calificarse de mediocre, ya sea por el trabajo en conjunto, ya porque de sus 50 integrantes acaso solo cinco pudieran calificar aprobatoriamente. En conjunto, porque los pleitos entre bancadas arrojan un trabajo legislativo de pobreza extrema; individualmente, porque quienes destacaron demostraron una conducta plena de acciones para el anecdotario de lo increíble. El show de doña Eva Cadena  robó cámara en esta legislatura por aquellos videos donde aparece recibiéndo  un dinero cuyo destino aún es desconocido. La acompaña en el arte saltimbanqui  la señora Sheridan, cuya participación como candidata al gobierno veracruzano debe registrarse entre los episodios propios para el teatro del absurdo. Esta legislatura compite, en el rango de las peores, con su inmediata antecesora, particularmente por la ignominiosa abdicación de sus funciones ante otro poder político.