Ahora que estuvo en Xalapa el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, presidente de una de las corrientes de inconformidad formadas al interior del PRI después de su estruendosa derrota electoral, lo acompaño quien funge, o finge, como vocero del PRI estatal, Marco Antonio del Ángel, quien poco favor le hizo a Ulises porque le robó con sus declaraciones el espacio mediático que vino a buscar. El vocero se fue en contra de Américo Zúñiga, el todavía presidente del CDE de ese partido, atribuyéndole alianzas con el actual gobierno. También se fue en contra de “otros priistas” “a quienes solo les interesa salvar el pellejo” y “No sirven para una chingada, guardaron silencio…”. Y ya en el tobogán, no se sabe si como vocero del PRI o gran pensador, se permitió filosofar: “En la vida tenemos derecho a tener hijos inteligentes, tontos y soberbios, pero si son tontos y soberbios no hay que meterlos a la política”. Esa es la fiel expresión de un tiempo de crisis.