La vorágine noticiosa de nuestros tiempos nos impide avizorar con meridiana claridad el enorme caudal de cambios en la conducta del hombre público y de los representantes de los diferentes sectores que constituyen factores de poder en México; ahora, a una acción deviene una reacción. Lo podemos ejemplificar con la reacción de la senadora morenista Lily Téllez, quien no concuerda con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador cuando éste califica a Rosario Robles como un “chivo expiatorio”; la senadora afirma que investigará a la señora Robles porque “parece al menos cómplice en los actos de corrupción exhibidos”. También desde el sector empresarial expresan discrepancia con AMLO porque éste dijo que la economía mexicana “está en bancarrota” y de inmediato hubo reclamos por tal declaración, que consideran negativa para la inversión en México.