El adagio: “la suerte del principal la sigue lo accesorio” es axiomático porque se ha comprobado en múltiples casos, el de Duarte de Ochoa, por ejemplo, si se le investiga, acusa y encarcela repercute en sus colaboradores. Poco se sabe en circunstancia a la inversa, es decir, si a lo accesorio se le imputa daño repercutirá en el principal, como el caso de los nueve ex policías sentenciados a 60 de prisión por desapariciones forzadas, un ex oficial de alto rango incluido, o sea, ¿llegaría la lumbre hasta quien fuera Secretario de Seguridad Pública o hasta Duarte? El veredicto le corresponde a la justicia.