Después del melodramático fiasco, representado por la administración de Hipólito Rodríguez por no atender con responsabilidad la supuesta capacitación de elementos policiacos en la Academia de Puebla, es obvio que esos “policías” no pueden ponerse a “operar” la seguridad pública municipal, pues se les expone a abierta indefensión y blancos seguros de la delincuencia. Si policías armados, com conocimiento del manejo de las armas padecen accidentes en su manejo y son asesinados en enfrentamientos con el hampa, como acaba de suceder en Medellín, ¿cuánto peligro correrán esos jóvenes en las calles xalapeñas? Pero, además, ¿cuánta “seguridad” aportan a la ciudadanía?