Ya hay presupuesto para implementar el Plan Nacional de Refinación, que incluye la reconfiguración de las seis refinerías existentes en el país: Minatitlán, Salamanca, Tula, Cadereyta, Madero y Salina Cruz, y la construcción de una nueva en Dos Bocas, Tabasco. A Cadereyta se destinarán mil 970 millones de pesos; Minatitlán mil 736; a Salamanca 2 mil 043, a Tula 2 mil 124; a Madero mil 599; a Salina Cruz mil 057. El objetivo es asegurar la soberanía energética produciendo 2 millones 400 mil barriles diarios en 2024: las refinerías deberán procesar 1 millón 863 mil barriles de crudo por día, al 2022, que equivalen producir 781 mil barriles de gasolina y 560 mil de diésel diariamente. Mientras eso se hace realidad la población mexicana tendrá que absorver un nuevo incremento al precio de las gasolinas, pero ya no como “gasolinazo”, porque la promesa de AMLO fue que ya no los habría.