La reunión del gobernador con los representantes de los poderes Judicial y Legislativo, Edel Álvarez Oeña y Manuel Pozos, respectivamente, es muy significativa porque demuestra madurez y respeto interinstitucional, muy diferente al ríspido desencuentro en el arranque de la actual administración. Es de grandes dimensiones el reto que enfrenta el gobernador Cuitláhuac García, pues más de ocho millones de veracruzanos vivimos a la espera de las acciones del gobierno estatal, y estas requieren del armonioso encuentro de los poderes que lo integran, sin duda su sinergia garantizará resultados favorables a la población de esta entidad. No es intrascendente el evento de esta imagen de colaboración entre poderes, porque disipa la pésima impresión de un gobierno emproblemado a su interior cuando hacia afuera los problemas a resolver son de dimensiones mayúsculas. A tiempo para enderezar la brújula por el bien de Veracruz