La aparición cotidiana del presidente López Obrador ante representantes de los medios de comunicación comienza a traer serios problemas de imagen y a provocar inexactitudes en sus respuestas, en una palabra “a gastarse”; Jorge Ramos dio la puntilla, o en términos taurinos clavó la lanza para menguar la fuerza, propició el enojo presidencial y la amenazadora advertencia del lunes a los periodistas con el “pórtense bien”; se publica lista de gasolineras que venden más caro y más barato, pero algunas están cerradas hace algún tiempo. Fe de erratas, la culpa es de la Comisión Reguladora de Energías, fuente de esa lista. Niega el presidente que estados y municipios carguen con los gastos de la Guardia Nacional: “Con todo respeto, no es cierto”, dice, “No van a pagar nada, o sea, estamos conscientes de que no tienen recursos muchos gobiernos municipales. No es ese el propósito. La Guardia Nacional va a ser financiada por el gobierno federal, o sea, no le va a costar ni a los estados ni a los municipios”. Sin embargo, la iniciativa dice todo lo contrario. Son muchas sorpresas en una semana, aunque quizás propias de la Semana Mayor