“Vamos a mejorar todo lo que está sucediendo, nos entregaron un país en crisis, un cochinero, pero lo estamos limpiando”, dijo ayer el presidente López Obrador a su arribo a Veracruz en respuesta a los hechos de violencia que día a día se suscitan en territorio veracruzano. La respuesta no es alentadora porque representa más de lo mismo que hemos venido escuchando hace ya algunos años en Veracruz, Yunes Linares le atribuía todo lo malo a Duarte de Ochoa y el actual mandatario Cuitláhuac García hace lo propio respecto de su antecesor y lo mismo hace López Obrador al descargar pretextos contra quienes ya no gobiernan. Pero esa es una cantaleta que nada resuelve, la población quiere paz y no ve signos de acción en sus gobiernos para conseguirla; no que se perdone lo pasado, pero que se actúe para combatir eficientemente la delincuencia.