Las expresiones laudatorias del presidente de México hacia el gobernador Cuitláhuac García pueden interpretarse de diferentes maneras, tantas como fobias y filias haya, pero no alcanzan a calmar al alicaído ánimo de los veracruzanos, que no encontramos la salida a la temible situación de inseguridad que padecemos. Si Cuitláhuac García es honesto, qué bien, si es bueno, mejor, si es inteligente con convicciones, ayuda, sin embargo, eso no basta para un político en el cargo que desempeña “para garantizar la paz y la tranquilidad”, como quiere convencernos el presidente. Al menos hasta el momento no lo hemos comprobado. Sin embargo, Cuitláhuac García cuenta con el valioso aval presidencial, eso vale, y los veracruzanos queremos se convierta en el eje propulsor contra la delincuencia y para propiciar el despegue de Veracruz, si esto no basta, entonces seguiremos caminando al filo de la navaja