En el PRI, todo es a valor entendido, si gano fue decisión democrática de la base priista, si pierdo hubo fraude, el padrón está amañado y diseñado para favorecer a una planilla. Adolfo Ramírez y Marlon Ramírez encabezan las fórmulas entre las cuales se decidirá la nueva dirigencia priista, quienes se registraron y aún no se han retirado oficialmente no pintan y acaso esperan el momento para negociar con alguna de las dos competitivas. Pero ya se sabe que el piso no está parejo, que el padrón es de tiempos de Jorge Carvallo, con todo lo que esto implica, que la dirigencia estatal está inclinada por uno de los bandos y que el asunto irá al Tribunal electoral. No es pregón adivinatorio, simplemente así se estila en los partidos políticos.