Asombra la volatilidad de criterio del político mexicano, lo que hoy ve blanco, mañana será verde, o amarillo, o del color del cristal con el que se vea. Pero el daltonismo y/o visión confusa no obnubiló al PAN porque sus diputados y senadores se apegaron al criterio que los orientó a votar en 2013 por la reforma educativa de Peña Nieto. Ahora, el PRI, promotor de aquella reforma, votó por desaparecer la misma y en esa camaleónica actitud lo acompañaron el ex socio, PVEM, el PRD y Movimiento Ciudadano, igual que en 2013, pero ahora en sentido contrario. Por cierto, esa reforma quedó en veremos porque la votación en lo particular evitó un texto que favorecía a los sindicatos para volver a manejar la distribución de plazas.