“Mal empieza la semana para quien ahorcan en lunes” pudiera ser la divisa aplicable a Marlon Ramírez, flamante presidente del PRI en Veracruz, en cuyo discurso de ascensión al cargo tuvo un lapsus calami de enorme dimensión pues en la retórica que su entusiasmo le dictó formuló una directriz que acaso confirma la genética priista: “si se meten con una dirigente nuestra, se meten con todos, Érika, tienes nuestro respaldo total de la directiva del partido”. Marlon Ramírez manda un pésimo mensaje a la población veracruzana, porque cobrar sin trabajar en plaza de gobierno configura corrupción, como es el caso difundido por el Secretario de Educación sobre un hijo de la señora Ayala que cobra en Cobaev sin asistir al centro laboral de adscripción (no hubo desmentido). También demostró Marlon que es fácil resbalar en la improvisación, pues para halagar a la presidenta del PRI, Claudia Ruiz Masseiu, fuera de tiempo y circunstancia, utilizó una frase pronunciada por su padre: “o cambiamos o nos arrancan el cambio” (¿?¡!?) pues, como se ve, no cambiaron y les arrancaron el cambio