Ya sea por razones culturales o étnicas o simplemente porque están cansados de la mentira y corrupción de sus políticos en Oaxaca y en Chiapas la población se muestra poco tolerante con las autoridades a las que exigen puntual cumplimiento de cuanto les ofrecen en campaña a cambio de su voto. Así lo demostraron en Siltepec, un municipio de Chiapas, donde sacaron de sus oficinas al alcalde, Pedro González Arriaga, y lo ataron a una estructura de acero en reclamo por no cumplir lo ofrecido. El “exhorto” va acompañado con la advertencia de que si no cumple la próxima vez será trasquilado “como borrego”. En la entidad veracruzana no pocos alcaldes deben estar preocupados, no vaya a ser que cunda el ejemplo y les suceda igual que a su congénere de Chiapas, no importa si vienen de la academia, de algún sindicato, o políticos de profesión que ya en el cargo han resultado una nulidad.