Al gobernador Cuitláhuac ya solo le falta que le crezcan los enanos, pues en el corto tiempo que lleva al frente del Poder Ejecutivo de Veracruz no pasa un mes o semana sin que le acontezcan sucesos que involucran a su equipo de trabajo y levantan reclamos en la población, o desagradables experiencias como la de Chinameca. El asunto del nepotismo en la secretaría de trabajo y de salud, por cierto, aún no aclarado, la compra de patrullas a precios fuera de toda congruencia y ahora el contrato por asignación para la compra de medicinas, todo sin considerar el amargo trago cotidiano de secuestros, homicidios, levantones y extorsiones a lo largo y ancho de la entidad bajo su encargo. Claro, el gobernador también ha tenido momentos de gloria cuando recibe elogios y respaldo del presidente de la república, eso sin duda cuenta, hasta ahora, pero corriendo el tiempo se repetirán cuando vengan los resultados, sino no, no, dijera el gallego. De ser así, la presión aumentará y entonces…