Todo político que se precie de serlo, al menos en México, debe tener una buena dosis de capacidad histriónica y esto lo induce a afirmar cosas sin sustento en la realidad, en no pocas ocasiones sin ningún recato. Caso muy destacable es el del gobernador ex Miguel Ángel Yunes Linares quien, al igual que su antípoda político, Fidel Herrera, dibujó a los veracruzanos un Veracruz inexistente. La alternancia en esta entidad ha servido para revelar la actuación de Yunes Linares cuando por las redes nos informaba del rescate de propiedades recuperadas para el patrimonio estatal arrebatadas a quienes robaron al amparo del poder, todo mundo aplaudió, de ese tamaño es la decepción del pueblo respecto de los políticos.