Queda para el anecdotario de lo estrambótico o para el teatro de lo absurdo eso de “ningún chile les embona” expresado por el secretario de salud a los reporteros de la fuente; no le gustó al servidor público Ramos Alor le preguntaran sobre la compra de medicamentos, pero olvida su condición de servidor público que tiene la obligación de transparentar el gasto público bajo su responsabilidad. La expresión es inapropiada para un funcionario cuya obligación es servir, y hacerlo bien, pero al parecer el peso de la responsabilidad lo ha puesto nervioso, de mal humor y añora el confort de su consultorio, entonces, por su bien y el del sector debiera excusarse, presentar su renuncia al cargo que “no zopiloteó”, pues nadie lo retiene, y forman legión quienes pueden encabezar ese sector con eficiencia y eficacia, de vital importancia, pues es factor de estabilidad social en cualquier contexto social.