Los apagones en la península de Yucatán se han venido sucediendo con mayor regularidad, no es cosa menor por los estropicios económicos que ocasionan y porque a futuro constituyen un problema de proporciones mayúsculas. Por eso es alentador el anuncio presidencial de construir una nueva planta de electricidad en base al gas natural. Aunque no figuraba en la agenda del actual gobierno, y al margen del comercial político del “Vamos a apoyar para que se resuelva la escasez de gas natural, que ha generado los problemas de los apagones, porque se abandonó el sureste (…)” con lo cual deshecha la tesis original del “sabotaje”, al que atribuía la causa de los apagones, es anuncio es positivo, ahora es cuestión de cumplirlo.