Con buen tino, Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional, alerta sobre el desmedido entusiasmo que pudiera despertar la llegada de la Guardia Nacional a los puntos de su destino, debe haber una “administración de las expectativas a corto plazo”, es decir, la sola presencia del nuevo cuerpo policiaco no resolverá en automático el problema de la inseguridad, aunque matiza su advertencia: “… sin embargo, en el mediano y largo plazo, las expectativas de la Guardia Nacional son del más alto nivel”. Y puntualiza que la solución al problema no solo es cuestión “de acciones para la seguridad…”, se deben sumar las acciones para el bienestar social “y la recuperación del tejido comunitario”.