A siete meses de iniciado su gobierno, entre escaramuzas retóricas con el Fiscal y advertencias a su antecesor en el cargo, el gobernador Cuitláhuac García no ha concretado en denuncias ante el ministerio público ninguna de sus acusaciones, algunas bastante graves, como lo son las insinuaciones sobre complicidades con la delincuencia y el robo de recursos públicos. Recientemente lo hizo contra el cacicazgo de Pánuco, sobre el cual hace insinuaciones verdaderamente graves, que si tiene pruebas debiera actuar en consecuencia, como es su deber y para no incurrir en omisión. Esa actitud va en demérito de su elevada investidura política, apenas con siete meses de estrenada.