Es un hecho históricamente comprobado que Javier Duarte de Ochoa ha sido uno de los gobernadores (es un dicho) que más caro nos ha resultado en la entidad veracruzana, a partir de su candidatura al gobierno y ya en el ejercicio del poder. Ninguna otra elección para gobernador ha sido tan costosa como la priista de 2010, bien porque Fidel Herrera dispuso en arca abierta todo lo necesario para sacar adelante a Duarte, bien porque, como ahora se difunde en Reforma, la inefable Odebrecht aportó sustanciosos apoyos. No por nada el primer viaje de Duarte al extranjero fue a Bahía, Brasil, para entrevistarse con Marcelo Odebrecht, según se muestra en una fotografía de 2011. Pero, fue tan caro para Veracruz, que aún no nos recuperamos del trauma de haberlo consentido en el gobierno de Veracruz junto a la pandilla que formó para desvalijar al erario jarocho.