El debut de Duarte de Ochoa en twitter para declararse “inocente” de las acusaciones en su contra ha caído como piedra al panal pues lo han tundido con mexicana alegría. Con su aparición en las redes ha abierto su Caja de Pandora en la cual se depositan sus culpas, que no son pocas, pero casi es de rigor lógico que se declare ajeno a las propiedades inmobiliarias en Houston, Texas. Sin embargo, despierta severas dudas la coincidencia de que Arturo Bermúdez y Harry Grappa, dos de sus ex colaboradores también en problemas judiciales, hayan adquirido bienes inmuebles en el mismo fraccionamiento donde se ubican las propiedades atribuidas a Duarte; y como la palabra de quien estuvo al frente del Poder Ejecutivo de Veracruz durante casi seis años (llamarlo gobernador es incurrir en falacia) carece de crédito lo mejor es confiar en que el ministerio público lo compruebe, que pruebas tiene, por supuesto.