Quien quiera ver en la asistencia del Fiscal estatal a la reunión de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz un “triunfo” de Winckler en el diferendo con el gobernador incurrirá en lectura errónea del hecho, pues ambos funcionarios obedecen a un mandato y están sujetos al rigor de su cumplimiento, quien no lo cumpla conoce las consecuencias. En cambio, debe mover a optimismo que inicie una sinergia entre ambas esferas, pues la disputa las debilita e inhibe el combate eficiente contra el enemigo común, el azote de la sociedad, contra el que no podrán medir fuerzas sin la debida y necesaria coordinación. Ojalá hayan iniciado una coordinación de esfuerzos por el bien de Veracruz, la población no quiere amigos en el gobierno sino resultados de su labor reflejados en seguridad pública.