Hace
ya algún tiempo, que las generaciones nacidas con el siglo XXI no pudieron
disfrutar, obviamente, en Veracruz los comentarios, pláticas y discusiones se
centraban en cuántos votos aportaba esta entidad, era el tercero del mapa
federativo de México. Ahora estamos en cuarto lugar porque Jalisco nos rebasa,
el estado de México el primero y la CDMX segundo. Actualmente, los mexicanos seguimos
compitiendo por los primeros lugares con signos negativos en salud e
inseguridad pública, ahora figuramos entre las entidades más violentas del país,
835 ejecuciones hasta julio pasado, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Pública; no se incluyen los 31 muertos en el bar “White
Horse” en Coatzacoalcos ni las muertes ocurridas en agosto. Los feminicidios
nos entronizan, 98 por encima del Edomex, Puebla y Chihuahua; 292 secuestros, 33
secuestrados fueron asesinados. Lo peor es que no advertimos que las
autoridades tengan el antídoto ni formula para aplicarlo.