Definitivamente, eso de declarar no se
le da al doctor Roberto Ramos Alor, porque en cada ocasión que lo hace la riega
con manifiesta inocencia. Cuando empezaba a despuntar la información sobre el
dengue, a Ramos Alor se le ocurrió decir que el dengue no lo espantaba, pese a
que los datos le estaban señalando un brote numeroso de la enfermedad. Hace un
mes habló de un poco más de 4 mil casos de dengue, pero ayer ya habló de 6 mil
600 casos y afirmó que “va a la baja” (según reportaje de Lissette Hernández de
alcalorpolitico.com.), “y tenemos que aclarar que hay 803 con signos de alarma,
epidemiológicamente tiene el significado. Quiero decirle que Veracruz tiene uno
de los mejores sistemas de captura de información”. Esto último es presunción
fútil, porque en todo caso la hubiera utilizado para prevenir el brote
epidémico de dengue que azota a la entidad.