El presidente de Brasil ha dado un giro a su política de confrontación para hacer viable su gobierno. Detrás del juego, se encuentran artimañas ya viejas de la clase política.
Lea el article en el NYT
El presidente de Brasil ha dado un giro a su política de confrontación para hacer viable su gobierno. Detrás del juego, se encuentran artimañas ya viejas de la clase política.
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