En la parte de Kazajistán que hemos visitado, los sentidos no descansan. Empezando por su ciudad más habitada, Almaty, que ahora, con el tímido otoño, luce sus amplias avenidas de numerosos árboles, ya de colores amarillo y ocre, mientras van desfilando edificios modernos y soviéticos hasta llegar a la cercana estación de esquí Shymbulak, para proseguir hasta El cañón Charyn y El valle de los Castillos, “tallados” por el viento, el agua, el tiempo…Después, el Kaindy Lake, un lugar de belleza única y singular.