En un logro antes inimaginado, unos electrodos implantados en el cerebro del hombre transmiten señales a una computadora que muestra las palabras que intenta decir.
Lea el artículo en el New York Times
En un logro antes inimaginado, unos electrodos implantados en el cerebro del hombre transmiten señales a una computadora que muestra las palabras que intenta decir.
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