- El especialista planteó que América Latina cambió la lucha armada por transformaciones sociales
- Los pobladores de esta región ya no toleran recurrir a la violencia para conseguir sociedades justas y emancipadas
Pere Ortega
Carlos Hugo Hermida Rosales
07/11/2021, Xalapa, Ver.- Pere Ortega, integrante de la Asociación Española de Investigadores por la Paz, impartió el 3 de noviembre la conferencia virtual “Desafíos para la paz”, en el marco del curso-taller “Violencias urbanas e inclusión social de jóvenes”, organizado por la Cátedra “Mahatma Gandhi” de la Universidad Veracruzana (UV).
Durante su participación planteó que los habitantes de América Latina ya no toleran recurrir a la violencia para conseguir sociedades justas y emancipadas, por lo que abandonaron las luchas armadas para llevar a cabo transformaciones sociales.
Tal cambió, explicó, ocurrió después de que movimientos bélicos como las revoluciones rusa y cubana desembocaron en gobiernos autoritarios, en los que sus pobladores sacrificaron sus derechos humanos y libertades para mantener sociedades justas que en la práctica no lo fueron.
El investigador aseguró que la paz no es una utopía para la civilización humana, ya que en su nombre se logró abolir la esclavitud y derrocar la mayor parte de monarquías autoritarias en el mundo, por lo que debería entenderse como un elemento que engloba todos aquellos peligros y amenazas a los que la humanidad se debe enfrentar.
Comentó que es necesario que la paz se construya desde la cercanía de las personas, para lo que es indispensable hacer partícipe a la población empobrecida en la creación de una sociedad equilibrada en la que se pueda desarrollar una sana convivencia.
Muestra de ello es que si bien los conflictos armados dieron la oportunidad a los seres humanos de transformar su entorno, las transformaciones políticas importantes ocurridas después de la caída del Muro de Berlín no ocurrieron a través de la violencia.
“La mayoría de las revoluciones contemporáneas no abordan la lucha armada para emancipar a sus pueblos, ya que ésta ocasiona una mayor destrucción y la pérdida de sus reivindicaciones”, enfatizó.
Además, el impulso de la sociedad logró que estados represivos como la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Yugoslavia desaparecieran, debido a que sus pobladores no deseaban vivir en gobiernos autocráticos.
Pere Ortega destacó las numerosas caravanas por la paz y movimientos que existen a nivel mundial y que persiguen objetivos similares que los que buscaban las luchas armadas en el pasado.
“Tenemos esperanza gracias a los movimientos cívico-sociales, que pretenden construir una paz activa al enfrentarse a las desmesuras de las violencias que invaden México y el mundo entero”, aseguró.