Escribir es un don. Y los dones deben de ser usados siempre para un bien específico. Hace poco reflexioné pensando cuál era el don que Dios me había dado y, espero no equivocarme, creo que es el de escribir.
Siempre pensé que pagando un espacio en la Red de información y conocimiento, podría potenciar mi blog personal. A un año de la aventura, me quedé de pronto sin blog (se me olvidó renovar el espacio con el pago anual requerido) y sin muchos ánimos (hace apenas una semana se me quitó) para retomar mi aventura como escritor, en estos tiempos caóticos y muy extraños del México transformándose en algo que, sinceramente, es mucho menos esperanzador que lo todos pensaban hace apenas 4 años.
El espacio (Moralidades) logró hacer enojar a algunos pocos (y mucho, según me cuentan, sin que eso haya sido mi intención. O ¿quizá sí lo fué?), mover la curiosidad a muchos (comentarios como: ¿Esto es en serio? ¡Nunca supe de esto!) y ser del gusto de algunos quienes, amablemente, se tomaron la molestia de leer todas las ideas, razonamientos, críticas, sarcasmos, ironías y hasta tonterías que surgieron de mi mente, expuestas al escrutinio de todos, gracias a la magia de la tecnología de la comunicación en línea.
Y sin embargo, mi ánimo para seguir escribiendo en este momento (espero de muchos otros tópicos, alejados de la política, como el deportivo, mis 12 piñas y demás plantas que, a dos años de distancia, me maravillan y sorprenden; de lo gorditos que están los cuyos de mi ahijada o lo bonita que está la heredera de las glorias del perro más digno y bello que haya visto el mundo) no ha decaído un ápice.
Estos casi 3 años, me han enseñado mucho. De humildad (vaya que necesito todavía esos mazazos de humildad cristiana), de paciencia, de ser franco y no usar mentiras para convivir (el que me acepte como soy, bien; ¿no les gusta? ni modo y otro mazazo de humildad), de empatía (no entiendo mucha jerigonza de este mundo del siglo XXI, pero intento no ofender a nadie, por cosas que antes no ofendían a nadie), de tolerancia (siempre que no me impida ser, decir y hacer lo mío, como expresar lo que siento, creo y pienso), de respeto (in constructo) y de paciencia y resiliencia para tomar la vida menos estresado o en conflicto.
Solo me falta empezar la vida fit, pero creo que eso está difícil porque todo lo que me gustaría practicar lo tengo prohibido o limitado y todo lo que podría hacer no me causa ningún dejo de interés o gusto personal. Cuando inicie mi cambio a las rutinas, el sudor, las toallas, los pants, mis playlists para motivar mi espíritu deportivo, los calambres y embaramientos, escribiré de ello (si alguna grosería sale en mis escritos, les pido perdón y comprensión).
Así que, para tirios y troyanos, para gustos o disgustos, empiezo mi nueva etapa en el blog. Espero sea de su agrado y me acompañen en esta nueva aventura literaria (el último mazazo de humildad llega a sacudirme y me indica que es hora de dejar, por ahora, mi perorata).
MORALIDADES. 13 de junio de 2022.