La gente le teme a lo que no conoce.
Esto ha sido así desde que el homo sapiens dió sus primero pasos en el mundo, como aquella especie que terminaría, no sólo dominando al planeta, sino transformándolo en algo cada día menos natural y más “humano”.
Hoy, en una época donde solo eramos dos géneros, hombre y mujer (todavia se reconoce así, constitucionalmente, a quienes somos los pares de la especie humana: XX y XY) y ahora se reconocen más de 110 géneros distintos, ya no tememos a Natura, ahora tenemos miedo de lo que otros seres humanos hicieron, han hecho o harán en el futuro.
Ahora nos aterra lo de la IA, tanto, que hasta el señor Musk exigió a los técnicos y científicos del mundo que paren los experimentos, investiguen a fondo las repercuciones futuras y eviten una catástrofe de niveles apocalípticos.
La verdad, es que el ser humano tiene solo dos vías para calmar su alma y perder el temor.
La primera es conociendo aquello que le da pavor, para entenderlo y actuar con conocimiento de causa.
La segunda es atacando y destruyendo aquello que no entiende, que no comprende.
Para desgracia de todos nosotros, mexicanos, productivos o improductivos, buenos o malos, trabajadores o becarios, rudos o técnicos, chairos o fifí, el ataque es el camino que un porro de Ciencias Políticas eligió contra un aeropuerto de primer mundo, top 5 mundial, contra el Seguro Popular, el INE, el INAI, los órganos autónomos, contra el empoderamiento femenino, contra la democracia y el control constitucional que aplica la SCJN.
Todo quiere destruirlo, humillarlo y, si puede, desaparecerlo.
U argumento es siempre el mismo: no sirve, está en nuestra contra, no quiere la transformación de México, es traidor a la patria.
En el fondo, su ignorancia a luces vista sólo pretende terminar con ese terror presidencial a la crítica, a las voces distintas a la suya, a una verdad que desarma esa narrativa de mentiras que le costó construir en 5 años.
La noticia buena es que ya sólo le queda un año.
La noticia mala es que todavía le queda un año.
Y, a cómo se ve su nivel de cobardía, de temor a lo desconocido, mucho daño puede hacer aún el inquilino palaciego.
Ojalá hubiera optado por la primera opción. Ojalá.
MORALIDADES. 28 de mayo de 2023.