- El académico colombiano mencionó que es fundamental erradicar patrones de derroche y consumo excesivos
- México posee enormes posibilidades geotérmicas y un excelente potencial para aprovechar la energía solar, si se toma la decisión, afirmó
Manuel Alejandro Fula Rojas
Carlos Hugo Hermida Rosales
Fotos: Carlos Hermida (1) y cortesía FILU (2)
10/06/2023, Xalapa, Ver.- “Es fundamental que la población erradique patrones de consumo y derroche excesivos, cambie su estilo de vida y transite hacia la frugalidad energética”, enfatizó Manuel Alejandro Fula Rojas, catedrático e investigador de la Universidad Nacional de Colombia.
El docente, quien impartió una conferencia en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2023 de la Universidad Veracruzana (UV), comentó que las personas necesitan adoptar hábitos que mejoren su salud y disminuyan el gasto de energía, como caminar o utilizar la bicicleta al trasladarse.
Alejandro Fula declaró que el petróleo puede ser reemplazable, pero el proceso para alcanzar tal fin debe iniciar cuanto antes.
Explicó que las grandes empresas electrificadoras dependientes de las energías fósiles montaron un negocio en torno a ello, y se han encargado de difundir la concepción errónea de la imposibilidad de una transición energética.
“En este rubro, México posee enormes posibilidades geotérmicas y un excelente potencial para aprovechar la energía solar, si se toma la decisión”, aseguró.
El catedrático dictó una conferencia en la FILU 2023
A nivel mundial, el 10% de la población genera la misma cantidad de energía solar que el 50% de los habitantes con menos recursos económicos.
Aunque los latinoamericanos no son tan “energívoros” como los estadounidenses o europeos, pueden reducir su consumo y modificar su estilo de vida con acciones entre las que están reutilizar la ropa y no cambiar de manera frecuente sus aparatos electrónicos.
Alejandro Fula manifestó que “participar en la FILU fue una agradable sorpresa”, y en ella descubrió que, pese a ser una ciudad pequeña, Xalapa cuenta con una masa crítica de consumidores de conocimiento y saber.
“Vuelvo a Colombia con mucha esperanza, al comprobar que hay gente interesada en abrir su mente, y comunidades lectoras portadoras de la innovación y miradas alternativas frente a problemas viejos”, concluyó.