- La médico Silvia Girón compartió que Veracruz es el tercer estado a nivel nacional en número de emigración
- Personas en tránsito enfrentan diversas formas de discriminación, acentuadas en grupos específicos como los pertenecientes a minorías étnicas
Silvia Girón González Ancira del Instituto Veracruzano de Salud Mental
Carlos Hugo Hermida Rosales
18/02/2024, Xalapa, Ver.- “Las psicopatologías afectan a los migrantes en gran medida, quienes presentan ansiedad, depresión o incluso estrés postraumático en el caso de los que sufrieron violencia durante su trayecto”, mencionó Silvia Girón González Ancira, del Instituto Veracruzano de Salud Mental, en su participación en la I Jornada de Médicos Residentes de Psiquiatría realizada en la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana (UV).
Al impartir la conferencia “Psicopatología del migrante”, compartió que Veracruz es el tercer estado a nivel nacional en número de emigración interna, detrás de la Ciudad y el Estado de México.
Entre 2015 y 2020 un total de 370 mil 958 personas salieron para radicar en entidades como Nuevo León, Tamaulipas, Puebla y Quintana Roo; en el mismo lapso, 36 mil 493 se trasladaron a trabajar otro país, el 81% de esta cifra a Estados Unidos.
Además, la diáspora mexicana es de las más grandes a nivel global, pues en 2017 llegaba a 13 millones, sólo superada por la India.
Silvia Girón comentó que por México atraviesa el corredor migratorio de mayor flujo del mundo, por el que transitan hombres y mujeres de Centro y Sudamérica, e incluso de Asia y África, rumbo a Estados Unidos o Canadá.
Enfrentan diversas formas de discriminación que se acentúan en grupos específicos como los pertenecientes a minorías étnicas, quienes carecen de acceso a atención en salud.
La conferencia fue presenciada por alumnos de la Facultad de Medicina
En los países receptores, las mujeres migrantes embarazadas tienen mayores vulnerabilidades en el periodo postparto, lo que deriva en más riesgo de depresión y una menor satisfacción con su entorno.
“Es fundamental mejorar la evaluación de los factores estresantes psicosociales para ellas, y la promoción del apoyo social de la pareja y familia en el país de origen”, enfatizó la médico.
Silvia Girón comentó que aunque en México existen dependencias que atienden la salud mental de las personas en tránsito como el Instituto Nacional de Migración, sus servicios no son utilizados por miedo a la deportación.
La ponente manifestó que las políticas sociales y de salud de los países receptores deben tomar en cuenta los determinantes socioeconómicos de la población migrante, con el fin de atender distintos problemas: los bajos ingresos, el desempleo y el pobre sentido de pertenencia a la comunidad.
Declaró que es fundamental que la sociedad desarrolle una aceptación mutua respecto a la dignidad de las personas y reconozca historias, creencias, identidades, miedos y anhelos diversos, por medio de la escucha activa y la comunicación afectiva.
“Debemos valorar nuestras diferencias y aquello que tenemos en común desde un lugar neutro emocional, a fin de crear puentes para diálogos profundos y sinceros que den pie al establecimiento de negociaciones”, concluyó.