- En la actualidad es parte fundamental de la comunicación humana, y las prácticas dancísticas no se pueden quedar fuera de estas lógicas, sostuvo la académica de la UV
Abigail Jara, académica de la Facultad de Danza, combina tecnología con la práctica docente
José Luis Couttolenc Soto
Fotos: Omar Portilla Palacios
07/03/2024, Xalapa, Ver.- Abigail Jara, académica de la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana (UV), incorpora a la práctica y enseñanza de esta disciplina elementos de la robótica.
La tecnología es parte fundamental de la comunicación humana, expresó, y las prácticas dancísticas no pueden quedar fuera de estas lógicas.
Jara ha utilizado trajes con sensores, que toman los datos del cuerpo, performance o bailarín, para convertirlos en algo sonoro, en lo visual de la pieza, con un diálogo en tiempo real.
Compartió que decidió combinar tecnología y docencia “porque ayuda a observar lo mínimo, lo micro y detalles de la diversidad de cuerpos”.
Desde su perspectiva, la tecnología es una herramienta de la que uno se puede apropiar dentro de las prácticas escénicas para ampliar las potencialidades de los cuerpos humanos, y ayuda a percibir la energía y otros cuerpos desde diversos lugares, permitiendo la construcción de nuevas maneras de producir dentro de la danza.
La tecnología en la danza ayuda a observar lo mínimo, micro y detalles de la diversidad de cuerpos
Abigail Jara detalló que es de su interés trabajar desde las tecnologías afectivas, “porque representan una manera de ir a lo profundo de la humanidad y no hacia el exterior o artificial, nos ayudan a profundizar en lo que somos”.
Con base en ello, dijo que en su práctica docente ha trabajado con distintos tipos de tecnología, cada una acorde al tipo de proyecto de que se trate.
La académica refirió también que al grupo de prácticas escénicas a su cargo —en los ejercicios realizados en 2023 y 2024—, incorporó las tecnologías para ahondar en su interés, para que la pieza construida se relacione con la recuperación del valor de la diversidad de los cuerpos.
Por otra parte, la docente desarrolla un trabajo de investigación en torno a un método de composición coreográfica denominado “Coreografía sistémica”, mediante la cual busca sistematizar la forma en que se construyen los proyectos de creación dentro del territorio de la danza, la ciencia y la tecnología.
Por esta conjunción, la académica de la UV está considerada como una de las 100 personas mexicanas más creativas del mundo por la revista Forbes, lo que para ella tiene especial importancia.
El grupo de prácticas dancísticas busca la recuperación del valor de la diversidad de los cuerpos
“Estos espacios visibilizan a artistas de muchas otras áreas del mundo en donde la danza contemporánea no es considerada, sólo se miran artistas mediáticos del cine y la música; en tanto, la danza contemporánea es para un público más reducido, y aparecer junto a estas personalidades y artistas mexicanos que están aportando algo a la cultura, es muy importante.”
Agregó que también es reflejo de estar situada en un espacio de trabajo de la Universidad Veracruzana, “que es un centro importante del país en donde se produce conocimiento, que en mi caso es desde el campo de la danza”.
Para concluir, externó la invitación a alumnas y alumnos “para que no se cansen de investigar, de tener esa curiosidad por asimilar nuevos conocimientos, y se continúen nutriendo con toda la información posible para que se formen como los mejores seres humanos posibles”.