Para mí es un privilegio estar en esta celebración. No sé si fue muy afortunada la cita de los 25 mil días. No tengo tantos días de vida, pero tampoco son muchos los que me faltan para llegar a esa cantidad, lo tomo como un cumplido. Muchas gracias.
Me da un enorme gusto compartir este espacio con el señor Director General, con el doctor Abelardo Meneses, muchas gracias señor director.
Con el doctor Guillermo Ruiz Palacios.
Con el señor representante del rector de nuestra universidad, con el director de la Facultad de Medicina, el doctor German Fajardo.
Encontrarme aquí con dos amigos con los que, en efecto, en el campo de la salud y de la educación he compartido proyectos, aspiraciones y trabajos conjuntos, con Jaime de la Garza con quien me liga una gran relación, salvo que siempre me molesta con el tema de los tigres de la Universidad de Nuevo León y ya veremos el sábado, ya veremos, ya veremos. Están muy crecidos, pero ya lo veremos.
Y con una persona a la que yo quiero mucho, a quien respeto profundamente y que me llevo una enorme sorpresa. Yo pensé que era republicano y ahora resulta que a estas alturas de la vida se nos vuelve monárquico y quiere que le digamos Alejandro Primero. Que giros tiene la vida.
Gracias a Rafael Navarro que siempre nos acompaña solidariamente y que yo lo comento con mucha frecuencia, su presencia, su relación nos acerca a las instituciones, en este caso al ISSSTE y a la Secretaría de Salud y es un claro ejemplo de cómo tratamos de establecer una coordinación. Muchas gracias señor director Médico del ISSSTE por estar aquí con nosotros.
Gracias a mis compañeros y colegas, camaradas de la Secretaría de Salud.
Al presidente de FUNSALUD que también está aquí con nosotros, aparte de la familia a la señora esposa de Alejandro, muchas gracias.
A directores y ex directores de institutos nacionales de salud que están aquí.
A miembros de la Junta de Gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México, es un gusto verlos.
Y en especial a los integrantes de la comunidad de este instituto nacional de salud, el Instituto Nacional de Cancerología, muchas gracias por estar presentes.
Bueno, yo tendría pocas cosas que agregar a lo que ya se ha dicho, pero por supuesto lo primero que quiero es felicitar al Instituto, felicitar a quienes hacen posible o han hecho con su trabajo que estemos aquí, a quienes concibieron seguramente en un sueño que en ese momento parecía irrealizable la configuración de un instituto nacional dedicado al estudio de los problemas neoplásicos.
A quienes, a lo largo de siete décadas, con un esfuerzo importante, nos han permitido tener lo que hoy tenemos, y que este trayecto nos deja ver dónde está el secreto del éxito y no es difícil averiguarlo, tiene que haber -por supuesto- una idea clara de lo que se quiere y se tuvo, tiene que haber liderazgo y, sin duda alguna, el Instituto ha contado con liderazgo y tiene que haber continuidad.
Y si uno se fija, parte importante de lo que hoy nos tiene aquí, esta celebración, de contar con estas instalaciones, con estos programas, con el equipamiento, con los recursos médicos, con los recursos humanos necesarios para atender a los pacientes, tiene que ver con la continuidad también.
En estos 70 años los doctores Barajas, Zuckerman, Noriega, Limón, Beltrán, De la Garza y Mohar, han hecho esta tarea con su capacidad de dirección y no son muchos y ha habido continuidad.
Entonces, esa mezcla de trabajo, liderazgo, continuidad, consistencia, claridad en las metas, es lo que nos tiene aquí y este es un ejemplo de éxito. Seguramente cada uno de los directores que fueron, que han sido y ahora el doctor Meneses, pueden dar cuenta de cómo ha sido posible consolidar lo que se va avanzando y plantearse nuevas posibilidades, ese es pues, el secreto.
Y en la base está el trabajo de todos, aquí en este instituto todos los días hay un trabajo comprometido, y lo decía el representante del Patronato, desde el trabajador más modesto, hasta el colega más destacado, desde el cuerpo de enfermería hasta el de trabajo social o en de laboratorio o en el campo de las imágenes médicas, desde los técnicos hasta los profesionales, desde los profesores hasta los residentes, los internos que están aquí en este Instituto.
Por eso hay que decirles gracias, y si uno reconoce la tarea y lo que se ha avanzado, también tiene que reconocer lo que queda por hacer y lo que queda por hacer es mucho, muchísimo. No puede estar uno tranquilo cuando reconoce que cada día, en 2015, fallecieron alrededor de 216 personas por cáncer en nuestro país y que cada día se presentan y se registran nuevos casos y que cada día perdemos posibilidades y oportunidades de prevenir una enfermedad y de evitar una enorme cantidad de problemas, de dolor, de sacrificio, de enfermedad, de gastos y de muerte.
Entonces, el mensaje tiene que ser el reconocimiento y el agradecimiento a los que han hecho lo que hoy tenemos y el compromiso de quienes hoy tenemos algo que podemos aportar para seguir trabajando por la salud de los mexicanos, para seguir trabajando para prevenir estos males, para atender, curar y hacerlo con enorme dignidad a quienes padecen una enfermedad de esta naturaleza.
Felicidades al Instituto, felicidades a su comunidad y el compromiso de la Secretaría de Salud de seguir apoyando estos programas que encabeza el Instituto y en los cuales participan todos, todos ustedes.
Enhorabuena y muchas felicidades.
Casi la mitad de casos de cáncer, asociados con el estilo de vida de los mexicanos
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