Ahora que el Secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, declaró que el ejército no se siente cómodo persiguiendo a criminales en las calles citadinas y en zonas rurales y que no pidieron salir de sus cuarteles porque su función es la seguridad nacional, importantes sectores de la población mexicana han expresado que se requiere de la presencia militar en el combate a la delincuencia; tal postura es la manifestación expresa de la desconfianza en los cuerpos policiacos, ya porque su incompetencia, ya porque son susceptibles de ser corrompidos por los malosos. No escapa al registro histórico que en dos gobiernos federales al igual que gobiernos estatales y municipales han fracasado en la implementación del programa de superación policial.