- Plinio Sosa, académico de la UNAM, impartió conferencia en la Universidad Veracruzana
- Es una herramienta que se creó con los conocimientos de hace 150 años y ha confirmado los descubrimientos de química cuántica posteriores
Plinio Sosa, académico de la Facultad de Química de la UNAM
David Sandoval Rodríguez
27/12/2019, Xalapa, Ver.- La tabla periódica de los elementos químicos, que cumplió 150 años de creada en 2019, es una herramienta que debe utilizarse y no memorizarse, expresó Plinio Sosa Fernández, académico de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El catedrático brindó una charla en la Unidad de Ciencias Químicas de la Universidad Veracruzana (UV) en noviembre pasado, como parte de las actividades que la entidad académica realizó para sumarse a las celebraciones del Año Internacional de la Tabla Periódica, proclamado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
Plinio Sosa Hernández explicó que su presencia en esta casa de estudios formó parte de una serie de visitas a diversas instituciones para difundir la importancia de la herramienta y comentó: “No puedo decirle que no a la Universidad Veracruzana, es una de las universidades de renombre en el ámbito educacional y se sabe hace muy buena investigación”.
Detalló que en 1869 el químico ruso Dimitri Ivanovich Mendeléiev publicó una tabla donde agrupaba las 64 sustancias elementales conocidas en aquella época, de acuerdo sus masas atómicas en primer lugar, y a sus propiedades químicas, en segundo lugar.
Al abordar su uso, advirtió a los universitarios que “no se trata de aprendérsela de memoria sino de saberla leer, y podría decirse que es el ‘acordeón’ de los químicos, no nos la aprendemos de memoria, la utilizamos como acordeón”.
Relató que Mendeléiev acomodó los elementos químicos en orden ascendente de sus masas atómicas, como lo habían hecho científicos anteriormente, pero no lo hizo de forma consecutiva sino considerando a los elementos que tenían un comportamiento químico similar.
Explicó que de acuerdo con su ubicación en la tabla periódica se puede saber la reactividad de cada elemento y tener tal información en una sola tabla puede permitir crear cientos de millones de sustancias que son de enorme utilidad.
El científico ruso colocó en columnas los elementos diferentes cuya masa variaba de manera continua de arriba hacia abajo, mientras que en los renglones, es decir de forma horizontal, colocó elementos parecidos que se comportaban químicamente de manera similar.
En su momento, la tabla periódica de los elementos sirvió para organizar la química que se conocía y, en consecuencia, para proyectar la investigación y el conocimiento en esta ciencia hasta los descubrimientos en química cuántica que ocurrieron a principios del siglo XX.
Sosa Hernández refirió que en la tabla original de Mendeléiev quedaron espacios vacíos por el hecho de que algunos elementos no se habían descubierto; no obstante, el científico lo planeó así porque, con base en sus cálculos, consideró que se encontrarían nuevos elementos en la naturaleza, lo cual sucedió.
“Tuvo el cuidado de no hacer una lista vertical sino que dijo algo interesante: si se parecen químicamente los pondré uno debajo del otro, así Mendeléiev, 60 años antes de la mecánica cuántica, con sólo acomodarlos de acuerdo a sus propiedades químicas, reflejó cómo se acomodan los electrones alrededor del núcleo”, subrayó el académico.
Universitarios en la conferencia sobre los 150 años de la tabla periódica