Como siempre sucede en casos en los que es imposible prescindir de los cuerpos de seguridad, estos adquieren singular importancia cuando se trata de conocer detalles de la vida diaria del gobernante y familiares a quienes acompañan cotidianamente. Por supuesto, habrá narraciones interesantes que abordan hasta lo más íntimo de los resguardados, que si bien fueron protegidos contra alguna agresión no se salvan sin embargo de las lógicas indiscreciones después de abandonar el poder. Así le ocurre a Duarte y familia, de quienes ya empiezan a correr versiones de sus secretitos y secretotes. Este tema es destacable por cuanto a que revela que la condición humana es igual aquí que en China.