Pobre México, entre gasolinazos, electrochoques y Enrique Peña Nieto no vemos la salida; ya ni el presidente del PRI Enrique Ochoa Reza parece muy convencido cuando intenta defender el aumento al precio de la gasolina. Suena hueco pretender convencer a la población mexicana de que el precio de la gasolina en nuestro país es más barata que en Rusia, los Estados Unidos o en Colombia, como si bastara como consuelo a la alicaída economía familiar del mexicano promedio. El incremento a la tarifa del consumo de energía eléctrica a comercios e industria es otro golpe a quienes se esfuerzan por crear un negocio y mantenerlo pues en lugares de elevada temperatura simplemente será imposible conseguirlo. La medida del gobierno es grave y aun no conocemos sus consecuencias, más allá de castigos electorales la paciencia del mexicano respecto de las autoridades se acaba.