Eran tiempos de Duarte de Ochoa, el sacerdote Alejandro Solalinde fue muy enfático cuando declaró que Veracruz estaba convertido en un camposanto, antes había señalado la participación de cuerpos policiales en desapariciones y enterramientos clandestinos. Ahora es el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, quien señala que “en Veracruz, todos los días hay ejecuciones, asaltos y secuestros”, porque “Veracruz es castigado con la violencia” y todos los días “hay asesinatos, ejecuciones y secuestros”. Esta visión de la Iglesia católica no requiere confirmación porque todo está a la vista.