El 22 del mes en curso Duarte de Ochoa tendrá la primera audiencia del año en desahogo del proceso radicado en su contra por delitos federales y del fuero común; las acusaciones en su contra son por desvío de recursos, abuso de autoridad y delincuencia organizada, peculado, tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito. Ese evento reavivará la flama mediática propia del caso y de paso servirá de pretexto para golpear electoralmente al partido del que ya fue expulsado Duarte. Pero mientras el pez mayor está en la cárcel sus cómplices gozan de cabal libertad, devolviendo lo robado o con ánimo de colaboracionismo político.