Los resultados electorales del domingo primero de julio de 2018 producen el efecto de un cataclismo político en la república mexicana pues la geografía política ha experimentado un cambio sustantivo, tal como lo podemos comprobar en Veracruz donde MoReNa se lleva la gran tajada Distrital, local y federal. En otras entidades, como Sonora, aconteció cosa semejante: el 86 por ciento de la población de ese estado será gobernada y representada por Morena, haciendo añicos la añeja supremacía política de Manlio Fabio Beltrones: MoReNa ganó 20 de los 21 distritos locales (PRI:1); 22 ayuntamientos –incluyendo Hermosillo, la capital– y con la fórmula al Senado de la República; el PRI-Verde-Panal ganaron 27 municipios y la alianza PAN-PRD, 13, pero hasta MC tuvo más votos (10%) que el PRD (1.79%). Y no solo cambia la geografía política, también impactará en algunos partidos.